El ritmo de aumento de los precios al productor de Japón se desaceleró más de lo esperado en septiembre, cayendo por debajo de la última lectura de inflación al consumidor por primera vez desde principios de 2021, lo que respalda la opinión del banco central de que la presión sobre los precios impulsada por las importaciones se está moderando.
La medida de los precios de los insumos para las empresas japonesas aumentó un 2% respecto al año anterior, la lectura más lenta desde marzo de 2021, informó el jueves el Banco de Japón. Los datos se comparan con las expectativas de los economistas de un aumento de 2,4%. Respecto al mes anterior, los precios cayeron un 0,3%, frente al consenso de una ganancia del 0,1%.
El resultado interanual fue más débil que el aumento de 3,1% de agosto en el indicador de referencia del banco para los precios al consumo. La última vez que la inflación de los materiales fue más lenta que la inflación al consumidor fue en febrero de 2021. La lectura de los precios al consumidor de septiembre vence el 20 de octubre.
El informe mostró una caída continua en los materiales importados, especialmente en madera y energía. Esto está en línea con la opinión del BOJ de que la presión de costos para los productores se está enfriando y la inflación al consumidor está en proceso de alcanzar su punto máximo. Pero una reciente caída del yen podría aumentar los costos de las importaciones, reavivando la presión inflacionaria.
El Banco de Japón se reunirá a finales de este mes y los analistas esperan en gran medida que aumente sus pronósticos de inflación, ya que la inflación sigue siendo rígida.
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