Economía

La profesión de contador y las nuevas tecnologías


Por: Plácido Castelo

¿Acabarán los cada vez más avanzados programas informáticos de contabilidad con nuestra profesión de contables?

Voy a tratar de bosquejar lo que pienso sobre la materia, si por contable o contador entendemos la persona que se dedica a registrar las operaciones comerciales y financieras de una empresa, obviamente nuestra profesión está amenazada de desaparición en un plazo, tal vez de poco más de una década o acaso menos. Cada vez los softwares que aparecen facilitan más el registro de todo tipo de operaciones, siendo la presencia del contador en las mismas casi innecesaria, bastará por ejemplo con escanear una factura, para que el programa se encargue de contabilizarla adecuadamente. Al final de cada período contable el mismo software se encargará de confeccionar el balance de situación, el estado de resultados y de cumplimentar las correspondientes declaraciones tributarias.

Bien, visto así parece sombrío nuestro futuro, pero ahora va la pregunta que considero fundamental_

¿Un contador, es simplemente un registrador de operaciones? NOOOOO, el contador además de esa función tiene que ser en primer lugar un adaptador de las cuentas al caso concreto de cada empresa, no es lo mismo la contabilidad de una fábrica que la de una empresa comercial o de servicios. Tampoco será igual una contabilidad de una empresa de promoción inmobiliaria o de construcción que la de una explotación agropecuaria, existen muchos elementos que diferencian unas de otras, ya sea en cuanto a la contabilización de ventas, de depreciaciones, de cómputo de pérdidas y ganancias, por poner solo unos ejemplos. Ahí es donde el contador ha de adaptar en cada situación las soluciones aplicables.

Por otro lado el contador, ha de ser un observador perspicaz de las posibilidades que los mercados ofrecen, de las fortalezas y debilidades de cada empresa, estudiando y analizando sus cuentas, deberá tener unos conocimientos, que si bien no serán profundos, porque para eso están los especialistas en mercadeo, del funcionamiento de cada sector para aconsejar a la empresa como situar mejor sus productos, como reducir los costes de fabricación o distribución, como aplicar la política salarial, en fin de ser como un consejero en el más amplio sentido, de todo lo que se mueve en la empresa, haciendo más fuertes las fortalezas, valga la redundancia y disminuyendo el riesgo de las debilidades.

Ha de ser al mismo tiempo un conocedor de las distintas oportunidades de conceder crédito comercial a los clientes de la empresa, de la posibilidad de acordar con los proveedores las mejores condiciones de pago, y por supuesto de las facilidades que ofrecen las entidades financieras, sean o no bancarias, para la negociación de efectos comerciales, de prácticas bancarias como el factoring o confirming, de la posibilidad de abrir una línea de crédito.

Al mismo tiempo ha de tenr también algo de psicólogo, los clientes no siempre nos cuentan, con sus palabras, toda la verdad, pero si los dejamos explicarse, tomando parte activa en su conversación, o sea estableciendo un diálogo, nos revelará aspectos que no tenía pensado     contarnos, y sus gestos, sus dudas, sus titubeos, nos facilitarán una inestimable información.

Ha de ser partícipe con él en la negociación de préstamos, estudiando las mejores ofertas que existan en el mercado de las finanzas, presentando de la forma más fidedigna sus cuentas, pero también acompañándolo presencialmente en sus entrevistas con el banco, por supuesto que con anterioridad en el despacho debe efectuarse un ensayo de la entrevista, tal como hacen los abogados cuando preparan la defensa de sus clientes, puliendo aquellos fallos que sean corregibles y tratando de que adquiera una soltura que el empleado del banco sin duda evaluará favorable o desfavorablemente cuando envíe al departamento de análisis crediticio y de riesgos su informe, porque sin duda lo hará.

Actualmente los bancos, además de estudiar los números que se les presentan, realizan visitas a las empresas solicitantes de financiación para conocer “in situ” como se desarrolla la actividad de la empresa y conocer el clima laboral que en ella se produce, además de observar el trato que se le dispensa a los clientes, la forma en que exponen sus productos, etc. O sea que si desarrollan una política pro-activa se ocuparán además de los datos matemáticos de conocer la realidad física de la empresa, es una tendencia que, por fortuna, está implementándose en muchas entidades financieras.

Bueno, pudiera parecer que entonces ejercer la profesión de contador es muy complejo, pues no, requiere como todas las actividades que el profesional esté cada vez más capacitado a través del estudio, de la actualización, de la práctica de las diversas habilidades y sobre todo DE TENER UNA GRAN VOCACIÓN, que como en cualquier oficio o desempeño es un punto totalmente fundamental para dar un servicio de calidad. Tenga por seguro que si se conforma con la mediocridad perderá clientes y con ello sus ingresos disminuirán.

Si a usted le gusta su profesión de contador y quiere seguir ejerciéndola, continuar progresando en ella, estudie, lea, mire videos, acuda a conferencias, y sobre todo ENTUSIÁSMESE con su tarea, de no ser así, es mejor que se dedique a otra cosa.

La informática, la inteligencia artificial, no son nuestros enemigos, sino nuestros aliados, saquemos de ellas el mejor provecho y nuestro rendimiento crecerá.

Gracias por su atención.

Dios, Patria y Libertad.

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