En el complejo escenario político actual, la fuerza de un gobierno no solo radica en su capacidad de imponer su voluntad, sino en el respaldo sólido de aquellos que poseen el conocimiento y la experiencia necesarios para guiar decisiones acertadas. Sin este respaldo, ningún gobierno puede sentirse verdaderamente fuerte.
Imagina por un momento un barco navegando en aguas turbulentas. ¿Qué garantía tendrías de que llegaría a puerto seguro si el capitán y la tripulación no contaran con un mapa preciso y la habilidad para interpretarlo? Lo mismo ocurre en la gestión de un país: la sabiduría y competencia de sus líderes son indispensables para sortear los desafíos que surgen en la travesía de la vida colectiva.
Un gobierno verdaderamente fuerte no se limita a ejercer el poder de manera unilateral, sino que busca establecer una relación institucional sólida entre la autoridad y aquellos que poseen el saber. Esta relación se fundamenta en la institucionalización del consejo político y la función consultiva, donde el conocimiento experto se convierte en un pilar fundamental para la toma de decisiones.
En términos sencillos, un gobierno fuerte no solo necesita tener el timón en sus manos, sino también la brújula que le indique el mejor rumbo a seguir. Esta brújula es proporcionada por expertos en diversos campos, cuyo consejo y experiencia enriquecen la labor gubernamental y aseguran que las políticas adoptadas sean informadas y efectivas.
Imagina, por ejemplo, un equipo de fútbol compuesto únicamente por delanteros. Aunque puedan ser hábiles para marcar goles, sin la presencia de defensores, centrocampistas y un buen entrenador, el equipo estaría condenado al fracaso. De manera similar, un gobierno requiere la diversidad de opiniones y la experiencia de diferentes actores para funcionar de manera óptima.
La institucionalización del consejo político y la función consultiva no solo fortalece al gobierno en sí mismo, sino que también fomenta la confianza y el respaldo por parte de la ciudadanía. Cuando los ciudadanos ven que las decisiones están respaldadas por el conocimiento experto, se sienten más seguros y confiados en las acciones de sus líderes.
El poder político no puede desvincularse del conocimiento y la experiencia. Un gobierno verdaderamente fuerte reconoce la importancia de contar con el respaldo de aquellos que poseen el saber en diferentes campos de la vida colectiva. La institucionalización del consejo político y la función consultiva no solo es una necesidad, sino la clave para un gobierno efectivo y legitimado ante su pueblo.
Solenodonte.com 